

Cada oración era una imagen, y esta a su vez casi siempre era un plano. ❼uál fue el concepto fotográfico y de puesta en cámara?ĭesde la escritura este fue un guión muy visual. Ellos, incluso, me sugirieron música donde yo no la había pensado y quedó, al menos a mi me parece, como si siempre hubiera estado ahí. Todo muy minimalista, muy chiquito aparentemente pero que lograra evocar sensaciones.

Desde el inicio, quedaba claro de que no era lo mismo el sueño de la muchacha que el de su abuela, cada uno tendría un tono diferente, más lírico el de ella, más alegre el de los viejos, al mismo tiempo el patio tendría también su personalidad. Por suerte, la diferencia entre sueño y realidad pedía a gritos una música que los identificara. En cuanto a la música, tuve la suerte, y el privilegio, de poder contar con Juan Antonio Leyva y Magda Galván con quienes desde el inicio conversamos largo y tendido sobre lo que yo imaginaba cómo debería “sonar”, lo que ellos creían, hablamos también sobre la necesidad de lograr que sonoramente cada espacio fuera diferente. Hicimos doblajes, efectos sonoros, buscamos los mejores sonidos para que en la medida de nuestras posibilidades y de lo filmado quedara el mejor resultado. En el rodaje cuidamos que estos sonidos fueran tomados de la manera más limpia posible, para eso estuvo “Nikita”, nuestro sonidista, y en la posproducción, de la mano de Osmany Olivare, que es lo mismo de riguroso haciendo un largo que un corto, cosa que se agradece un montón, trabajamos nuestra peliculita como si fuera una peliculota. Sonidos que ya estaban sugeridos desde el mismo guión. ❼ómo concebiste la ambientación sonora y musical de tu corto? ¿Hasta dónde llegó el trabajo con los compositores?Įl patio… está lleno de sonidos, aguas en todos sus repertorios, gotas, chapoleteos, sábanas que se baten al viento.

Todavía, de vez en cuando le reclamo a Mozi, así se llama, que me haya echado a perder el plano… Se encaramó en un escaparate altísimo y no quiso bajar ni con comida ni con mimos. Lo único que lamento, aunque en realidad ya no tanto, es que no haya podido filmar el momento del diván con gato incluido y todo, pero resultó que el animalito era mío y le dio una crisis de nervios cuando llegó al set de filmación. En principio era una especie de cuentecito pero poco a poco se me fue convirtiendo en una necesidad de contarla no a través de la literatura sino a partir de imágenes audiovisuales. Como si dijera, qué hago yo aquí, madre mía, si estaba tan bien en mi diván… esa fue la imagen de inicio, la que hizo que me sentara mucho tiempo después a escribir este guión. Esta mujer soñaba en su diván rojo y de improviso se despertaba en un lavadero atestado de ropa con los pelos parados y la cara ya no de relajación sino de estupefacción. Soñaba, o al menos eso vino a mi mente, la imagen de una mujer muy flaca y desnuda sobre un diván, completamente relajada y dormida con un gato negrísimo en su regazo. Una imagen que me despertó una noche y que para que me dejara tranquila me levanté, con sueño y a regañadientes, a escribirla. ❼uál es el origen de la idea que dio lugar a El patio de mi casa?Įl origen de El patio… fue una imagen. En 2007, Patricia regresa a la dirección con El patio de mi casa. Su título es Na Na (2004), y tuvo la suerte de merecer varios premios, sobre todo dentro de la Muestra Nacional de Nuevos Realizadores que organiza el ICAIC. Hace unos años, después de egresar de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en la especialidad de guión, Patricia Ramos decidió atreverse a dirigir su primer corto de ficción.
